10/12/08

Lo que me dijo anoche Ted Danson.

Los enemigos de mis enemigos también son mis enemigos.

Hola a todas:

El otro día viendo Damages (viéndola acabar) tuve una revelación (envidiosa) con algo que dijo Mr Frobisher/Ted Danson. Y era algo como "antes, como te pasa a ti, yo lo pasaba fatal teniendo a mis adversarios cerca... pero ahora, lo disfruto".

!Qué genialidad! ¡Qué sabiduría! ¡Disfrutando de lo incomodo!

Lo que me gusta es que no va en la linea fría y calculadora de la espía rusa o la hembra de mantis religiosa. No es en plan "me se de memoria el arte de la guerra", soy un estratega, se sonreír a Satanás, se casarme con Barbazul, se chupársela al abogao de mi exmujer. No es esa clase de relación (defensiva y proto-traidora) con quien odias, no lo hace por aquello de es "es importante tener cerca a los amigos, pero a media palma menos está bien tener a los enemigos"
No. Es un tío pasional, de sangre caliente, de esos que se emocionan con el vals de las bodas, llora con los anuncios de la DGT y se mete en una pelea porque han hablado mal de Nuria Roca. Una de esas personas que, antes, por ser tan sensible, se le daba la vuelta el estómago (y a las pelotas) cuando tenía que estar al lado de alguien que le odiaba.

Ted Danson (bueno, su personaje) logra el más difícil todavía: encontrarle gusto a lo incómodo. Al calzoncillo que roza, al zapato calado, a tu cuñada. A la invitación a Fernet cola. Al bautizo del priomogénito del director de ventas. Es el culmen de la superación de los sentimientos desagradable, convirtiendo lo molesto en un placer. Es el masoquismo pragmático que vendría bien aprender, la capacidad de convertir la perturbación que nos produce la animadversión de nuestros semejantes en una perturbación agradable.

Que esto exista es una alegría (potencial) para los ñoños como yo. Ahora que hay enemigos por doquier (¿cuándo no?), a ver si aprendo a disfrutarlos en vez de alterarme cuando están cerca, pasando del "disimula que se te nota" o el "te voy a partir la cara... aunque no me conviene" directamente al orgasmo. Me encantaría poder estar a su lado, pero no como una vívora, tolerando, esperando mi momento de venganza... sino como un auténtico demente, disfrutando del miedo, el desagrado o la preocupación que me causan. ¡¡¡Viviéndolos!!!

¿Es sano? Lo dudo. ¿Es práctico? Menos. ¿Es divertido? Parece que bastante. ¿Dónde está la academia de masoquistas? Ni idea (¿En un colegio del Opus?, ¿En Budapest?, ¿En mi pueblo durante la recogida de la cebolla?...).

Si alguna de ustedes sabe el método, que me lo diga, que yo ya he encontrado el sitio donde ponerlo a prueba. Se recompensará generosamente o con dolor, según se prefiera.

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