9/3/08

Lo que tu y yo sabemos.

¿Cómo preguntas si tenemos algo en común?

Hola a todas:

¿Han vivido alguna vez una de esas situaciones en que se entienden instantáneamente con un desconocido sin tener que decir nada? ¿No es fascinante?

El otro día, restaurante en Edimburgo, dos españoles (uno de ellos de esos que está en la parra), un italiano y un japonés. De pronto, cruce de miradas... tu a mí, yo a aquel. Efectivamente, la camarera está terriblemente buena.

Otro ejemplo de comunicación no verbal, en la misma línea, en Lavapies. Entran al kebab dos españoles (uno sigue un poquito en la parra). Por no mezclar colores y nacionalidad (o por corrección política) dire, mejor, que entran al kebab dos varones caucásicos, relativamente jóvenes. Y allí están el dependiente (que no camarero) árabe y cuarentón, dos guitarreros sudamericanos (edad imprecisa), un chino cenando sólo (edad más imprecisa) y entra un negro (veintipocos) vendiendo CDs. Sí, lo sé, parece un chiste de los que demuestran que, al final, el español es el más listo.
Mientras se ojean los CDs entra, esta vez sí, una mujer (también negra): Cruce de miradas, al chino, al negro, al camarero... silencio sepulcral. Acaba de entrar la madre primigenia, la más mujer de las mujeres, la hembra, la única... regalándonos su presencia. A ninguno nos cabía duda. Nada que decir, sólo hay que adorar.

Otro, que estoy embalado. Gabón, esta vez un solo español sin parra, saliendo del portal. Y enfrente una reunión de gaboneses. Y pasa un chica por la calle. Efectivamente, no se equivocan. Con las miradas a todos les quedo clarísimo lo que les parecía. Y les parecía bien.

¿Qué nos dice eso? Sí, que todos los hombres somos iguales (y unos cerdos). Pero, ¿qué más? Pues lo que ya sospechan todas, que tanto la universalidad de las miradas como la de los gustos nos quiere decir algo (no es que todos somos iguales más allá del color de la piel, no me sean ñoñas). Nos dice que, aún no habiendo comunicación explícita, ni una educación común, ni una misma tele que nos venda los mismos modelos, ni siquiera los mismos anuncios de cocacola, parece que a los hombres nos gustan cosas parecidas en las mujeres. Cosas que sabemos todos, que no explicitaré. Porque hoy lo que me interesa es la coincidencia. Y es que la constancia en gustos es apabullante, independientemente de donde saques al muchacho, rico o pobre, republicano o demócrata, azul o verde...

Hay algo "biológico" en esto, algo que lleva dentro de si cada ser humano... Casi todos pensamos igual pese a las muy diferentes vidas que hemos llevado, luego parece lógico pensar que esa comunión está en la materia de que estamos hechos (la materia humana). Hay quien defiende que esta concordancia no está en los genes, sino que es aprendida, una manera (¿injusta?) de ver a las mujeres que está en todas nuestras culturas. Y entienden las pocas culturas/los pocos señores que miran a las mujeres con otros ojos como ejemplos de que la visión general es cultural. Sin embargo es más sensato, creo yo, pensar que está en la naturaleza de los hombres y que sólo algunas culturas han sabido modificar estas preferencias, cambiar la "naturaleza humana".

Por favor, no confundan "natural" con "correcto". ¡No somos Rousseau! ¡Ni jipis!

¿Qué todos miramos más a las chicas jóvenes? ¿Qué sólo nos importa el ratio cadera/pecho y la tersura? ¿Creen que somos unos hijos de puta? ¿Qué fabricamos sufridos estándares con esa presión constante e inconcreta? Pues ahora viene lo mejor (se van a reír). ¿Saben que tal puntúan las chicas a otras chicas?. ¿Y dónde creen que reside su belleza? ¿Y lo homogénea que es esta opinión de mujer a mujer?
Supongo que por el tono y el orden de las preguntas se entiende que 1)las chicas puntuan a otras chicas peor que los hombres, 2)que las mujeres consideran bello más o menos lo mismo que los hombres y 3)la opinión es muy homogenea entre mujeres.

¿El juicio está en la naturaleza? ¿O ha sido aprendido por hombres y mujeres?. Yo creo que a, pero ¿qué importa? ¿Por qué interesarse si nacimos con ello o nos lo han colgado, si el problema es que la belleza, las miradas y los piropos caducan? Que no siempre seré objeto de los comentarios espontáneos entre desconocidos. Ni de los piropos desde el andamio. Ni de las envidias de las otras del bar.

No se inquieten. Siempre se puede confiar en el coche-escoba.

Y, mientras llega, déjense entretener con estos debates.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Y te reias de lo de la madre primigenia...

Silvando Contento dijo...

Ya, pero la madre primigenia no era esa... era otra, menos madre y más primigenia, que unos años antes vimos en Lavapuies despues de ver, hum, que sería..., no me acuerdo. Bueno, despues de ir a cine el Dr AdC y servidora.