26/1/08

La noche de Burns.

Malos tiempos para la lírica.

Hola a todas:

¿Saben quién fue Robert Burns?

¿No?. Sí hombre, sí. Le recordarán de películas como "El club de los poetas muertos" o "Jóvenes prodigiosos", donde una serie de formales pijos anglosajones, en virtud de los poemas y las vidas ejemplares de señores muertos doscientos años antes, deciden rebelarse, convirtiéndose en rebeldes pijos anglosajones. Les tiene que sonar. De lo mismo que nos suenan a todos John Keats, John Milton o John Stuart Mill (¿o este era de otra cosa?).

La verdad es que no he leído nada de él, ni se como vivió o murió. Pero debió ser un auténtico crack. ¿Por qué? Pues no va el tío y escribe una "Oda al haggis". El haggis es lo que hacen los escoceses con lo que nosotros hacemos zarajos o botillo. Cogen todo lo de dentro de un cordero, lo que no es músculo, lo pican, le añaden especias y... listo. Al horno y luego al buche. Con puré de patatas o de nabo.

Total, que ayer era la noche de Burns. Ni idea de por qué, pero se celebra comiendo hagguis y recitando el famoso poema y luego cociéndose con malta, como buenos escoceses, y saliendo a gritarle al viento.

Nuestro plan era ese. El Dr Z, un japones y yo, extranjeros poéticos, pensamos seguir paso a paso la receta. Nos planteamos incluso escribir un poema al hagguis en correctos castellano y japonés, una estrofa en cada lenguaje, y recitárselo a cualquiera o a nadie. Según se terciase la noche.

Sin embargo, por cosas de vivir en sociedad, acabamos en una "Cena de Burns" más bien formal, invitados por gente de cuarenta años de profesión "doy clase en la universidad". Tenía todo cierto aire a las cenas de Woody Allen de cuando "Maridos y mujeres" o a la de "Los amigos de Peter". Gente educada y formal y brillante, todos académicos, todos algo encorsetados, todos algo deseosos de salirse del guión (pero sin saber muy bien donde queda la puerta). Todos con cierto aire "se nos escapa la vida, con lo grandes que ibamos a ser y aquí estamos, alrededor del haggis".

Cenamos bien, leímos la poesía malamente y nos dedicamos a beber productos caros y a charlar. ¿De que? ¿De poesía? ¿De política exterior? Pues algo. Pero, sobre todo, de lo de siempre.

Hablar de sexo a los cuarenta resulta un poco más desesperado y, al mismo tiempo, más corriente, sin ninguna incomodidad ni conotación transgresora, que a los 30. Pero es lo mismo: ¿Cuales son tus fantasía?, ¿dos hombre y una mujer?, ¿cuantos novios has tenido?, ¿que les gusta a los hombres?, ¿y a los hombres homosexuales?...

No es sorprendente, claro. Todos, aquí y en la China Popular, somos de una misma especie. Y aquí y en la China Popular nos interesa lo mismo, más o menos. A los 17 y a los 63, con dos masters en economía o la FP de ebanista. Crecer y multiplicarse, una homogeneidad que, en el fondo, es tranquilizadora.

Y la noche poética se quedó en una charla sobre sexo, otras cosas, flirteos y más sexo.

¿No es eso la lírica?.

Que se lo pregunten a Robert Burns.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Quiza con la edad uno piensa que el flirteo se le nota cada vez menos, que resulta mas natural, como el comenzar el periodico por detras. Probablemente no sea cierto. Pero siempre alivia que a otros se les vea mas el plumero.

Resulta raro que uno, que normalmente es EL observador, pase a ser por una vez el observado.

sublibrarian of the year dijo...

Estaría muy bien que lo fuera. La lírica, digo.

Anónimo dijo...

Estimado silvando, con uve (espero que no sea el participio de silbar).

Sigo su blog con una mezcla de curiosidad y desinteres, intentando decidir si es usted un patán quinceañero o un tipo con buena cabeza y ganas de reirse de si mismo y del mundo. Mientras lo decido, le leo. Y, más o menos, me gusta.

Sin embargo quiero hacerle notar que las entradas, según se publican, quedan en un orden extraño, de modo que lo último que ha subido se ha ido a octubre. Por si no lo ha notado.

También le diré que, a mi entender, respetar la cronología da sentido a un blog y hacer las cosas fuera de tiempo, se lo quita en cierta medida. Sobre todo porque no es facil seguir sus entradas.

Quiero aprovechar para desearle la mejor de las suertes en lo de follar. Probablemente en Escocia le sea más facil, aunque usted no sepa quien es Mr Burns. Probablemente, ellas tampoco.

Un saludo desde Mallorca.